sábado, 10 de octubre de 2015

¿Qué es un ANTISISTEMA?: Un extremista de izquierdas, también de derechas y algunos más.

Queridos amigos: hace tiempo que no hago una entrada para el blog y, aunque os iba a pedir disculpas, ciertamente no las merezco. Como os decía, no merezco las disculpas, pero sí entenderéis que desde hace un mes para acá, con la vorágine en la que ha entrado la propia promoción de la novela, el tiempo del que dispongo para hacer cosas que me gustan, como esta de escribir, se haya reducido considerablemente. Lo bueno es que tengo muchos temas sobre los que hacerlo, ya que el contacto con el público es sumamente enriquecedor y me abre a perspectivas y planteamientos que sin su ayuda, con toda probabilidad, no me habría hecho.
Uno de los temas que más me han hecho reflexionar, últimamente, es la pregunta, ya repetida en diversas ocasiones, de qué es para mí un antisitema. Pues bien, en primer lugar tengo que decir que antisistema es una palabra que aunque no está reconocida oficialmente por la RAE sí está recogida, como un adjetivo, en el avance de la vigésimo tercera edición de su diccionario. Su significado: contrario al sistema social o político establecidos.
Para empezar, tengo que señalar que efectivamente y como todos sabemos, vivimos en una sociedad regida por dos sistemas, uno político y otro económico. Nuestro sistema político es la democracia basada, al mismo tiempo, en los principios de igualdad, libertad, constitución y representatividad de la revolución francesa de 1789. A su vez, nuestro sistema económico es el capitalismo, planteado desde el libre mercado y la propiedad privada como ejes fundamentales. Si observamos bien, ambos, la democracia y el capitalismo, se basan para llevarlos a cabo en una cuestión común, algo tan primordial como es el respeto a la ley.
Pues bien, partiendo de esta base, un antisistema sería para mí alguien que estuviera en contra de la democracia o el capitalismo, o ambos al mismo tiempo. Un antisistema sería una persona o grupo social que defendiera la anarquía, el comunismo, el feudalismo o el absolutismo; pero también aquellos que defienden, la plutocracia, la noocracia, la corporatocracia,  el nepotismo o la cleptocracia entre otros. También puede ser que aunque no los defiendan públicamente estén en contra de los valores antes comentados de la democracia y el capitalismo por sus actos y comportamientos, ya que los situaría al margen de la ley. Si nos atenemos a esto, ¿quién sería más antisistema?: ¿un anarquista o un político corrupto? ¿un comunista o una administración nepotista que enchufara a sus familiares o amigos? ¿un absolutista o un banquero que estafa a sus clientes vendiéndole productos engañosos como las preferentes? ¿un teócrata o un político que sólo pudiera ser juzgado por un tribunal especial como es el Supremo? Júzguenlo ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones.

Se nos hincha la boca llamando antisistema a aquellos que desde fuera tratan de cambiarlo, pero no nos damos cuenta de que los que más daño le hacen a nuestra convivencia son aquellos que como un cáncer lo dinamitan desde dentro.

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