lunes, 15 de diciembre de 2014

Los Estados Unidos y el actual sistema ¿Un mundo a su Medida?

Por Sergio Polo

No son pocos los críticos con el actual Sistema, que rige nuestras economías y nos gobierna, que opinan que, al final de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos promovieron, con los acuerdos de Bretton Woods y con el pretexto de llegar a una paz duradera, un mundo diseñado a su medida.

Si nos remontamos a los antecedentes, con la economía aún sumida en la Gran Depresión, y aprovechándose de la contienda en territorio europeo, el país americano, convertido desde el final de la Primera Guerra Mundial en una gran potencia, había puesto a funcionar sus industrias a todo gas para suministrar a los aliados todo tipo de provisiones; provisiones que pasaban por víveres, armamento e incluso dinero. Con ello consiguieron en un tiempo récord lo que no habían logrado durante los diez años anteriores: dejar atrás la devastadora crisis que había sumido a una gran masa de su población en la pobreza y emerger, tras la guerra, como la economía más fuerte del mundo, con una potencia industrial inigualable y, a la vez, con la mayor acumulación de capital jamás vista.

Ya en los inicios del conflicto, Estados Unidos comenzó a vislumbrar los beneficios que la guerra le podía reportar. Beneficios que se veían traducidos en un incremento sustancial de sus exportaciones y en un rápido crecimiento de su economía que había permanecido estancada durante más de una década. Tanto es así que en 1941, en la famosa declaración conocida como Carta del Atlántico suscrita a bordo del USS Augusta, el presidente Roosevelt junto con el primer ministro británico, Winston Churchill, comenzaron a pergeñar lo que sería el mundo de la posguerra; un mundo sin restricciones al comercio y circunscrito en un marco excepcional de seguridad, sobre todo marítima, con el pretexto de preservar la paz.

La guerra continuó aún durante cuatro años más y, conforme se aproximaba el final de la contienda en Europa, los Estados Unidos vieron en la necesidad de crear un orden de posguerra una manera de garantizar su prosperidad. Buscaron para ello la confirmación de su modelo, un modelo que continuaría con la etapa de crecimiento iniciada al principio del conflicto. De ahí surgieron los famosos acuerdos de Bretton Woods, en los que, aprovechándose de la hegemonía con la que en aquel momento contaban y ante las delegaciones de cuarenta y cuatro países, hicieron que se impusiera el modelo económico internacional ideado por su compatriota Harry Dexter frente al de su oponente británico John Maynard Keynes, que había defendido una mayor intervención de la economía por parte de organismos supranacionales. Los americanos querían un modelo donde se abriesen nuevos mercados para exportar y de ahí, con la base de de los acuerdos de Bretton Woods hechos a su medida, se potenció el Plan Marshall para permitir que los países europeos, necesitados de ingentes cantidades de recursos para su reconstrucción, pudieran adquirir materias primas y productos fabricados allí. No obstante sería injusto negar la fuerte influencia que el citado Plan Marshall tuvo en el crecimiento y normalización de las economías europeas, que por otro lado contribuyeron, junto con la Teoría de la Contención  y la Doctrina Truman, a evitar que algunos estados cayeran bajo la órbita del comunismo, la otra alternativa al modelo de libre comercio que los Estados Unidos promulgaban. Tanto es así que el viceministro de Asuntos Exteriores soviético Andréi Vyshinski, visiblemente molesto, llegó a decir que el Plan Marshall violaba los principios de las Naciones Unidas y acusó a los americanos de intentar imponer su voluntad sobre otros países mientras utilizaba la ayuda como un instrumento de control político.
 
Luego, con el planeta ya dividido en dos grandes bloques, el mundo se sumió en los capítulos más oscuros de la guerra fría. Capítulos que  trajeron consigo los años más activos del espionaje y contraespionaje protagonizados por las llamadas “Agencias”, en los que la KGB soviética y la Central Intelligence Agency norteamericana, más conocida como CIA, clandestinamente, desestabilizaron estados y derrocaron y pusieron gobiernos en una continua escalada por tratar de  imponer, por parte de unos y de otros, lo que sería, a ojos como decimos de no pocos críticos actuales con el actual Sistema, un mundo a su medida.

 

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